Portugal ofrece un régimen fiscal muy atractivo para los recién residentes,denominados residentes no habituales. Este Reglamento prevé un tipo del impuesto sobre la renta fijo del 20 por ciento para el empleo cualificado y el trabajo por cuenta propia y una exención fiscal para casi todos los ingresos procedentes del extranjero. En el caso de las pensiones,las exenciones fiscales se conceden en su totalidad, aunque no se gravan en el país de origen. Además, el sistema tributario portugués es muy competitivo en relación con los impuestos sobre la riqueza, las donaciones y las sucesiones. La combinación del visado de oro y el reglamento de residencia no habitual hace de Portugal un lugar altamente competitivo con una carga fiscal baja y libre circulación dentro de la UE.
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